Un profesional especializado, en definitiva, es una opción más en la difícil tarea de cuidar a una persona dependiente. Y lo es porque esa persona está formada para soportar la situación tanto física como mentalmente. Hay que pensar que con una persona dependiente en la familia basta, por lo que hay que saber cuándo la situación requiere de alguien capacitado y evitar así el tan temido síndrome de cuidador